Yaizal
Friday, October 21, 2005
ALGO QUE ME ESTÁ DIVIRTIENDO
Aunque me pueda perjudicar hay algo que me está divirtiendo.
Llevo desde el martes yendo a trabajar como quien pone la tele para ver qué pasa hoy en la plastoserie de la que está enganchado.
Y es que a veces me gusta tirar una chinita al agua para saber donde está el fondo y conocer el terreno que piso.
El caso es que hace unos meses cambié de división dentro de mi misma compañía, y me pusieron a gestionar proyectos, incluyendo la presupuestación.
El representante nacional de nuestro cliente estrella en la actualidad nos pidió un proyecto con gran urgencia, lo que yo le serví en bandeja de plata aprovechando para meterle un clavito, por los que ellos tienen costumbre de meternos a nosotros.
A los pocos minutos de recibir nuestro presupuesto decidió que teníamos que bajarlo porque ellos no eran culpables de nuestra ineficiencia ni desorganización.
Como yo conocía perfectamente el proyecto y sabía que les salía caro por SU ineficiencia y desorganización, le contesté desmontando sus argumentos irrebatiblemente, de forma amable y afectuosa, con copia a todos los involucrados en la negociación por parte de mi empresa, por lo que recibí correos de felicitación. Él no me contestó felicitándome, sino más quemado que una colilla, pero yo ya dejé el asunto en manos de los demás.
Desde entonces no quiere ni verme, jajajaja!
El martes, harta de que una de las personas que trabajan para él no me cogiese el teléfono que me había ofrecido tener disponible las 24 horas del día para soportar el proyecto (Lo que yo ya había comentado a ambos y a lo que el superior del cliente me había contestado frases como: "Bueno, habrá dejado el tel. encima de la mesa y no lo oye por eso" o "Tu trata de mantenerte en contacto permanente con él") escribí un correo a dicha persona, con copia al del clavito, que decía:
"Te he llamado 80 veces al movil y al fijo, y no lo coges. No sé para que me anuncias disponibilidad permanente si luego no atiendes el telélfono.
En fin, necesito bla bla..."
Y no os podeis imaginar la reacción del superior. Yo esperaba que simplemente dijese a su personal que atendiese el teléfono, pero no, lo que hizo fue montar en cólera conmigo, diciendo que si eso era lo que yo sabía de como tratar a un cliente ellos no me iban a educar y que no quería que trabajase para ningún proyecto suyo, que exigia a mis superiores mi retirada inmediata, y que me obligasen a escribir un correo disculpándome.
En otras palabras, decidió aprovechar para ver si se me quitaba del medio porque aún le duele el clavo. Y por lo que veo no quiere que le clave ni uno más.
Conociéndole, conociéndome, y conociendo la situación la reacción de mis jefes y compañeros fué de indignación con él.
Como vi el percal y tampoco me costaba nada escribír otro correo a su empleado diciendo:
"Fulanito, disculpa si te ha molestado mi correo. Lo escribí en un mal momento.
Recibe cordiales saludos."
También con copia a su iracundo superior. Y, jajajaja, también le molestó. No le pareció suficiente y se ha empeñado en que si no me quitan de sus proyectos se lo va a contar al presidente de mi compañía, ante lo cual me descuajaringo de la risa. Porque, aunque no se qué desenlace tendrá el asunto, cuanto más fuera de control me cuentan que se pone, más le veo hacer el ridículo, y más veo que cada vez que me vea al frente de un proyecto suyo va a estar en desventaja psicológica.
Desde luego, si no le hacen caso aunque sea el cliente, y sigo ahí, voy a jugar lo mejor posible, dándole un trato exquisito mientras le dejo como un alfiletero clavito a clavito que pueda.
¿No os parece muy divertido?
