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Yaizal
Wednesday, July 21, 2004
 
¡BUENAS TARDES!

He configurado bien el teclado y he pensado darme el gustazo de escribir un post viendo salir del teclado los caracteres que tiene pintados en cada teclita.

Desde el último post mi vida sigue igual, por más que yo intente cambiarda convirtiéndome en millonaria! xD

¡Pero no temais, no me faltan emociones!

Ayer, sin ir más lejos, tuve un momento estelar, de esos en que el héroe está a punto de fenecer y se salva  de la manera más inverosimil posible, tejiendo una cuerda con su propio cabello, pero menos dramático, que yo no arriesgo la vida a la ligera.

Por la mañana tempranito llevaba el movil casi sin batería, y a lo largo de la mañana se terminó del todo. A eso de las catorce horas la fase de mi ciclo hormonal comenzó a reproducirme (pues ya me lo había producido otras veces, como la tarde del día anterior) un molesto dolor de aparato reproductor, a la par que la climatización de mi oficina parecía responder a los frustrados intentos de un loco, que quisiera criogenizarnos para regalo de futuros estudiosos de muestras vivas (tan vivas como la criogenización las deje xD) de sus predecesores. ¡Menos mal que la hora de salir llegó casi pronto! (digo casi porque se me hizo un ratito un poco largo, aunque me vino bien para empastillarme e intentar asegurarme de poder conducir de vuelta a casa sin dolor).

Llegada la hora lícita para la fuga me disparé en dirección a mi coche (ese montón de chatarra ordenadamente sedimentado que aún se mueve a mis órdenes), me acomodé dentro aún dolorida, esperando que el dolor se atenuase e intenté arrancar el motor (Noooooo, de cuajo no! xD). Y...oh, sorpresa! No arranca. No, no arranca. Que no, que no arranca, pesada!!!

No arranca, no hay aire acondicionado, el sol pega de lo lindo, no hay batería de movil para llamar a nadie, no se pueden subir las ventanillas porque lleva elevalunas eléctricos y la electricidad del coche no va. No lo puedo dejar abierto e ir a la oficina a llamar...

Me sereno, es decir, me rindo un ratito para recuperar energía. Menos mal que el dolor se pasó. Decido empujar el coche aprovechando que hay un poquito de cuesta abajo y ver si arranca. ¡Se mueve! ¡Sí, se mueve! ¡Aaaaaaaaaaleluya! ¡Aaaaaaaaaaleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!¡Aleeeeeluuyaa!...Pero no arranca, no hay bastante pendiente. Consigo determe en una rotonda sin molestar a nadie y veo a un señor disfrutando de su sobremesa en su furgoneta, cómodamente, a la sombra de los árboles:

- Perdone, verá, es que no me arranca el coche y si usted fuese tan amable de empujarme con su furgoneta....ehém....

- Un Ford? Te pasa lo mismo que a mí anteayer. Ábreme el capó!

"Este me lo jode del todo" - pensé, pero... quería ganarme su cooperación, así que le abrí el capó. Menos mal que el tío sabía de mecánica menos que yo, y aparte de dar unos golpecitos a una pieza no hizo nada más y se decidió a empujarme como yo le había sugerido.

Mi chatarrilla arrancó (qué pena que no despegase, hubiese sido una agradable sorpresa descubrir que dispongo de avion privado! xD) y pude llegar cerca de mi casa y aparcarlo cuesta abajo por si tenía que arrancarlo de nuevo.

Más tarde un mecánico del barrio me diagnosticó que la batería del coche había muerto. Compré una nueva y envié la vieja al panteón familiar (xD), porque yo cuando me encariño con algo....

En fin, no salió tan mal la cosa, y mi teclado ya está bien configurado!!!!

 ¡Aaaaaaaaaaleluya! ¡Aaaaaaaaaaleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleeeeeluuyaa!

Saludos y reverencias para todos :**


Monday, July 12, 2004
 
LA ÚLTIMA REUNIÓN DE MENSA

De todas las reuniones de Mensa a las que he acudido la última fué la más intensa. No había muchos mensistas. Algunos estaban en la asamblea, otros supongo que estarían de vacaciones. En total llegaríamos a ser unas 8 o 10 personas en el local.

Hacía bastante calor. L. y yo fuimos a la reu después de tomar algo con sus compañeros de trabajo, con los que L. había comido y prolongado (ya veis que mucho) la sobremesa.

Yo había salido de trabajar a la hora de comer y, aprovechando que no tenía que trabajar ese viernes por la tarde decidí hacer algunos recados e ir a la peluquería tras la siesta. Los recados se dieron bien, pero la peluquería....¡Me dieron hora para las 19:30 y me atendieron a las 20:15! El resultado fué estupendo, todo el mundo que me ha visto con mi nuevo corte de pelo desde entonces me ha felicitado. :)

Pero pasé la tarde tan liada que no tuve tiempo de merendar ni cenar. Así que cuando llegué a la reu de Mensa estaba pelín desfallecida. El calor contribuía a imcrementar mi desfallecimiento. Pensé pedir algo de comer, pero los camareros del local querían cerrar...

Entre los asistentes estuvo Lobezno y una chica, a la que no conozco, amiga de un mensista.

No sé como Lobezno comenzó a masajearme la espalda buscando contracturas y deshaciéndolas, y yo encantada le dije que continuase. Y continuó!!! Dolía, pero como después esperaba sentirme mucho mejor, yo resistía el dolor estoicamente. Creo que incluso hubo algunos momentos en que Lobezno se dejó llevar un poquito por su vena sádica.

La chica a la que no conozco también estuvo masajeando a los asistentes, yo incluida.

Tenía sed y me acerqué a la barra a pedir un tercio. Me senté de nuevo en la mesa y dí un chupito a la botella. De repente me sentí agobiada por el calor, demasiado laxa. Dije: "No me encuentro bien". Aún sentada en mi silla me recosté sobre L. hasta tumbarme sobre sus rodillas, puse las piernas sobre otra silla vacía junto a la mía y....

Por lo visto Lobezno me preguntó:"¿Y esa cara que estás poniendo es de cachondeo?"

Al ver que no contestaba se dieron cuenta de que no.

Cuando recuperé el conocimiento me habian bajado el tronco al suelo, dejándome las piernas sobre la silla.

Agradecí un montón haberle contado a L. que soy vaso-vagal, vamos, que me dan síncopes de este tipo a la primera de cambio. Lobezno lo reconoció por sí mismo y me cuidó fenomenalmente bien. Los del local renunciaron a cerrar de inmediato: Yo no podía incorporarme. Me fastidiaba retrasarles, pero mi cuerpo no cogía tono. Lobezno me secaba el sudor y me preguntaba si podría tomar algo de agua. Cuando pude lo hice sentada en el suelo. Lobezno me preparó un delicioso cocktail con agua, un poquito de sal, un poquito de azucar y un chorrito de limón. Todos ayudaban. La verdad es que me sentí tan bien cuidada que el malestar se minimizaba.

Tardé un buen rato en poderme sentar en la silla, y el calor no me dejaba de agobiar. No recuperaba tono. L. salió a buscar un taxi que trajo hasta la puerta y me llevó directa a casita. Llegué hasta la cama como buenamente pude y caí literalmente 'grogui' hasta el día siguiente a las 10:00 de la mañana.

Ya veis, no aguanto ná! :/

Y bueno, aunque haya nueva entrada, podeis seguir rellenando el test de la anterior! ;-)

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